La provincia de Sevilla se caracteriza por la variedad de municipios con la que cuenta. En la sierra, cerca del río o formando casi parte de la capital. Cada uno tiene unas características que lo diferencian del resto, ya sea por su historia, su cultura o sus paisajes diversos. Sin embargo, hay uno de ellos que tiene una topografía casi perfecta y que ostenta el puesto del pueblo más llano de Sevilla. Se trata de Los Palacios y Villafranca, ubicado en la comarca del Bajo Guadalquivir, a unos 20 kilómetros al sur de la capital sevillana.
A solo 10 metros sobre el nivel del mar, Los Palacios y Villafranca disfruta de una orografía envidiable para la agricultura, una de las principales actividades económicas de la región. La cercanía al río Guadalquivir ha facilitado el desarrollo de un terreno fértil y adecuado para el cultivo de arroz, algodón, y productos hortícolas como el tomate y el pimiento. Además, la llanura ininterrumpida del municipio permite un acceso fácil a los campos y una mayor eficiencia en el uso de maquinaria agrícola, que es clave para la economía local.
La planicie también contribuye a la sostenibilidad en términos de infraestructura, ya que el coste de construcción y mantenimiento de las vías es relativamente bajo debido a la ausencia de grandes elevaciones o pendientes pronunciadas.
Una ubicación estratégica en el Bajo Guadalquivir
Los Palacios y Villafranca se ha consolidado como un punto estratégico en el Bajo Guadalquivir, lo que le ha permitido no solo ser un pueblo agrícola sino también crecer como centro de actividad comercial. Su cercanía a la ciudad de Sevilla y su situación en un entorno llano facilitan el transporte y el movimiento de productos, convirtiéndolo en un municipio con un fuerte potencial logístico.
Además de las actividades económicas, la llanura del terreno invita a disfrutar del entorno natural en bicicleta o a pie, ya que prácticamente no hay cuestas. Esto lo convierte en un destino atractivo para aquellos que buscan rutas llanas para pasear o hacer deporte.
Un pueblo con historia y cultura
La historia de Los Palacios y Villafranca se remonta a la época romana, cuando esta región formaba parte de la Bética, una de las provincias del Imperio Romano en Hispania. Su evolución histórica ha estado marcada por la convivencia de diversas culturas, como la musulmana y la cristiana, que han dejado huellas en su arquitectura y sus costumbres. Hoy en día, la ciudad cuenta con un patrimonio cultural variado, destacando la Iglesia de Santa María la Blanca y la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, además de festividades como la Feria de Los Palacios y Villafranca y el Belén Viviente, que atraen cada año a visitantes de toda la región.
Mucho más que llanura
La llanura de Los Palacios y Villafranca es una característica particular que define su identidad, pero este municipio es mucho más que un pueblo llano. Sus habitantes, orgullosos de su herencia y de su tradición agrícola, han sabido conservar sus raíces mientras se adaptan a los cambios y a los desafíos de la modernidad.
Con una combinación única de tradición, modernidad y una ubicación privilegiada en la vega del Guadalquivir, Los Palacios y Villafranca sigue siendo un referente en la provincia de Sevilla. Y aunque se le reconozca principalmente como el pueblo más llano de la región, quienes lo visitan descubren un lugar lleno de vida, historia y un entorno natural inigualable que da forma al carácter y a la cultura de sus gentes.