CHIRIGOTAS
¿Cómo le ponemos al niño? (Los Palacios)
La afición por el carnaval de Antonio Salmerón, hizo que en 1984 formara una chirigota en su pueblo de Los Palacios, bajo el nombre de «Los cuponeros», con un tipo de vendedores de cupones. Pasan los años y en 1988 vuelve a sacar un nuevo grupo en el carnaval de su pueblo, bajo el nombre de «Los inspectores de hacienda», con la que obtienen el primer premio del concurso carnavalesco de su localidad. Al año siguiente forman «Los safaris aventureros», con la que obtienen un accésit local en el mismo concurso.
En verano de 1989, el grupo se plantea su participación para el año próximo en el concurso carnavalesco gaditano. No tenían definido quien sería los autores de música y letra. Con el tiempo Salmerón se pone en contacto vía telefónica, a través de un amigo, con Eugenio Mariscal Carlos (letrista entre otras de las chirigotas “La marea nos disparata” en 1987 o “Colgaos pero con suerte” en 1988), al que le plantea la idea de la chirigota y proponerle ser el autor de la letra y música. Con el tiempo y tras varias conversaciones telefónicas, Salmerón se desplaza a la localidad donde residía Eugenio, Algeciras.
Una vez se conocieron en persona, Eugenio le comenta que no tiene inconveniente en hacerle la letra, pero que la música si no le parecía mal a Salmerón, la iba a componer un amigo suyo, Antonio Quirós.
Pasa el tiempo y un día Salmerón recibe una llamada telefónica de Eugenio, que le dice que Quirós ya tenía todo hecho. Viajó entonces en compañía de dos componentes hacia Algeciras. Una vez allí y en casa de Eugenio, escuchan la música que Quirós les había preparado. Sólo escucharon la de los pasodobles y cuplés ya que no pudo hacerles más por el momento.
Las fechas de los ensayos estaban a la vuelta de la esquina y la chirigota todavía no tenía música ni de presentación, ni de estribillo, ni la del popurrí. Un amigo de Eugenio, el algecireño Manolo “El gorrina” les compone la música de la presentación y el popurrí por falta de tiempo lo dejó a medias. Ante esta situación, “El gorrina” acude a su amigo Luis Alonso Capinetti (compuso entre otras la música de varias agrupaciones carnavalescas como «Tragicómicos» en 1986 o «Sucesos locales» dos años mas tarde) para que compusiera el popurrí. Al final este último les hizo un repertorio musical completo.
La idea de la chirigota era la representación del bautizo de un niño. Es Eugenio, quien atraído por la idea, le da el nombre definitivo: «¿Cómo le ponemos al niño?».
Actuaron en el concurso carnavalesco gaditano el viernes nueve de febrero, en penúltimo lugar. Representaban el bautizo de un niño y podíamos ver a niños pequeños, un cura, varios monaguillos, los padrinos, las madrinas y los padres del niño.
La presentación que llevaban no fue la misma para el concurso gaditano que para el resto de concursos carnavalescos donde participaron ya que en el Teatro Andalucía, a la mitad de la misma, los componentes vestidos de monaguillos sacaron una pancarta donde había escrito un mensaje dirigido a la Concejala de Fiestas del Ayuntamiento gaditano, Josefina Junquera:
Por votación popular
Josefina Junquera
Liosa del Carnaval
Si solo se sacó la pancarta en el concurso gaditano fue porque en el resto de lugares donde actuaran, la gente no iba a saber de que iba el asunto, sobre todo quien era Josefina Junquera y por lo tanto se cantaría sólo la presentación sin escenificación alguna.
Los pasodobles hacían referencia a las desigualdades entre los españoles, el primero; y a la Tacita de Plata, el segundo.
En uno de los cuplés cuentan que quieren mucho a cai, pero al equipo de baloncesto CAI de Zaragoza.
Tras su paso por el concurso carnavalesco gaditano, participaron en los concursos carnavalescos de Los Palacios (tercer premio por detrás de la chirigota de Dos Hermanas, Alcalá de Guadaira (cuarto premio) y Carmona, como vemos en la siguiente fotografía:
En verano de este año el director de esta agrupación, Antonio Salmerón, recibió de manos de Manolo «el gorrina», la ortiga de oro del carnaval algecireño, por su trayectoria carnavalesca, en la fiesta de la «Ortigada”. Pero Salmerón se la dio al verdadero artífice de la chirigota, Eugenio Mariscal. Fue un acto en el que la chirigota de Los Palacios cantó junto a la chirigota «Los santos inocentes» de Juan Rivero, la cual se alzó con el primer premio del concurso carnavalesco de Los Palacios de ese mismo año.