Este lunes 21 de enero se ha presentado el Itinerario Murillo. VI Centenario, una ruta que permitirá a ciudadanos y visitantes descubrir la huella del pintor en el casco histórico sevillano. Esta ruta estará formada por las visitas a 17 lugares relacionados con su vida y su obra.A falta de dos meses para el cierre, ha anunciado el delegado de Cultura del Ayuntamiento, Año Murillo ha logrado ya alrededor de tres millones de visitantes. El Año Murillo se queda en Sevilla con la colocación de placas, que quieren servir de recordatorio de lo que ha supuesto el IV Centenario del maestro. El delegado, que ha colocado la primera placa a las puertas de la Iglesia de la Magdalena, donde se ubica la pila en la que fue bautizado el pintor, ha recalcado que, aunque la efeméride está a punto de terminar, Murillo forma y seguirá formando parte de la ciudad.
“A través de los ojos de Murillo, el visitante podrá descubrir iglesias, palacios, calles, plazas… de la misma manera que los contempló el pintor, un museo al aire libre, que se callejea y que supone un viaje al siglo XVII”, destaca el delegado. Por su parte, Valdivieso, comisario de los ya finalizados itinerarios de Año Murillo, ha señalado que, tras el éxito de la efeméride, entramos ya en el terreno del recuerdo y la nostalgia.
El recorrido se detiene en puntos como la Casa Murillo, una de las últimas residencias del artista, en el corazón del Barrio de Santa Cruz; la Catedral de Sevilla, para la que realizó numerosos encargos; el Palacio Arzobispal, que conserva dos originales; El Alcázar, que también conserva una de sus pinturas; El Archivo de Indias, la antigua Casa Lonja, donde Murillo fundó su Academia de Pintura junto a Francisco Herrera el Joven; el Hospital de la Caridad, que conserva varias pinturas del sevillano, entre ellas dos de gran formato que acaban de ser restauradas por el IAPH; La Plaza Nueva, donde se ubicaba el desaparecido convento de San Francisco; el Museo de Bellas Artes, custodio una de las mejores colecciones de murillos del mundo, con grandes obras como La ‘Inmaculada Colosal’ y la ‘Virgen de la servilleta’.
Y en otros puntos como La capilla del Museo, que en su día albergó un cuadro del artista; la Casa de los Pinelo, una Casa Palacio de origen medieval y remodelada en el renacimiento y que alberga los manuscritos de la Academia de Pintura de Murillo; El Hospital de los Venerables, al que estuvo ligado profesionalmente gracias a su amistad con Justino de Neve; Plaza de Santa Cruz, donde fue enterrado; La Iglesia de Santa María La Blanca, de cuyo conjunto pictórico se encargó Murillo, aunque hoy sólo conserva La Santa cena; La Iglesia de San Leandro, para el que pintó el retablo de San Juan Bautista; el Monasterio de San Clemente, cuyo interior pudo acoger dos importantes pinturas de Murillo, y el Conservatorio Manuel Castillo, que tuvo un retablo en el que se encontraba una ‘Virgen con Niño’, entre otras obras del maestro.