La guía de la ruta interactuando con dos de los personajes históricos/ C. Rivas

Una nueva ruta turística cuenta la evolución de Sevilla a través de personajes históricos que narran sus historias a los turistas. Un panadero andalusí, una mujer sefardí o el mismo Rodrigo de Triana acompañan al visitante por el corazón de la historia hispalense.

¿No seréis vikingos, no? Dice Ahmed Ibn mientras de un salto se esconde tras la fuente del patio de la Colegial del Salvador. Y es que en su época fue conocida con temor una incursión de vikingos que llegaron hasta Sevilla y expoliaron todo cuanto pudieron. Al final, las tropas árabes acabaron arrinconándolos en Carmona y Morón, obligando a los bárbaros que quedaron a convertirse al Islam.

Ahmed es un panadero de Isbilya que, con rodillo de amasar en mano, nos recibe para relatarnos sus vivencias en la Sevilla andalusí en la misma mezquita de Ibn Adabbas, la mayor de la ciudad por entonces. No faltan las aclaraciones con humor de la mano recordando que “cuando los musulmanes llegamos los cristianos todavía vivían en cuevas”.

Desde allí nos lleva hasta su plaza, la del pan, para con el hilo conductor del humor, acercarnos poco a poco hasta la gran mezquita de Sevilla, de la que hoy vemos restos como La Giralda o el Patio de los Naranjos. Ahmed, sorprendido, aprecia su minarete “diferente”. Es entonces cuando la guía que, en todo momento, acompaña al grupo le aclara que los sevillanos la modificaron y añadieron un cuerpo de campanas y el giraldillo.

Mientras el grupo avanza por el barrio de Santa Cruz, en la Plaza de la Alianza lo espera Sara Ben Suzon, hermana de La Susona, “una pérfida y mala mujer” que trajo la desgracia a su familia. Esta es una historia desconocida por muchos en la ciudad. La Susona fue una bella y joven judía que, enamorada de un caballero cristiano, traicionó a su familia por el amor que profesaba a este. Su padre, un banquero judío converso, encabezaba un plan para acabar con parte de la alta esfera cristiana de la ciudad. Al conocer los planes, ella avisó a su enamorado que acabó revelando todo al capitán asistente de la Ciudad, Diego de Merlo, quien mandó ajusticiar a tantos judíos como hubiesen tenido relación con dichos planes.

La leyenda narra que Susona dejó escrito que tras su muerte separasen su cabeza de su cuerpo y la colgasen en la puerta de su casa. Su cabeza ‘lució’ allí hasta 1.600. Posteriormente un azulejo sobre la puerta recuerda la calavera. Todo ello acabó denominando este punto como ‘calle de la muerte’ por tan tétrica escena. Hoy en día, varios azulejos siguen recordando que en aquel lugar esa traición detuvo el tiempo. Esto, y el nombre de la calle –Susona- mantienen viva aquella historia de la Sevilla sefardí.

Entre historia y leyenda la ruta avanza hasta la Plaza de Santa Cruz. Allí el panadero árabe y la mujer judía quedan sorprendidos al no ver mezquita o sinagoga alguna. La guía se ve forzada a aclararles que son personajes de otros tiempos. Ambos, desconcertados, desaparecen por estrellas calles del barrio.

Pero al igual que la historia, el visitante sigue su camino rumbo a los Jardines de Murillo. Allí los recibe un simpático Rodrigo de Triana con claro acento andaluz, que impresionado por la fama (no merecida a su juicio)del almirante Colón, cuenta con pelos y señales la realidad de la gesta descubridora plagada de “pelotas y convenidos” que acabaron dejándole sin los 10.000 maravedíes que como premio se destinarían al primero que dijese “Tierra a la vista”.

Mientras narra las verdaderas atrocidades de las expediciones españolas a los pueblos indígenas americanos, de manos de un Colón “obsesionado por el oro” y que “trataba como a perros a los indígenas”, un gracioso Rodrigo de Triana resalta lo que para él fueron los verdaderos descubrimientos: “la patata, el tomate o el pimiento”. Dice que tardó “once años en cobrar» su sueldo, pero que al menos volvió «con la barriga llena”.

De la mano del conocido marinero nos encaminamos al Pasaje del Agua donde, los personajes históricos y la guía que nos ha acompañado por este particular viaje en el tiempo nos hacen ver que, en realidad, Sevilla es producto de todo lo que por ella ha pasado, configurando una mezcla de culturas difícil de contar si no es entrelazando todos y cada uno de los momentos.

Durante dos horas el visitante tiene la oportunidad de aprender sin dejar de lado la diversión y dejando volar su imaginación para, con ayuda de unos actores ataviados con la indumentaria de su época, regresar al pasado vivido en unas calles y plazas que nos narran mucho más de lo que vemos cada día.

Una historia joven

Tras la mujer sefardí se oculta Aida, una joven actriz que por las estrechas calles de Santa Cruz tiene que trasladar a un grupo de personas desde la Sevilla de 2014 a la sefardí, incluyendo en el guión todo aquel imprevisto que se cruce en el camino. Es lo que también pone en práctica el alter ego de Rodrigo de Triana, Rubén, que tiene a sus espaldas años de pirata en Isla Mágica. Una experiencia que, a buen seguro, le sirve para narrarnos con mayor soltura la llegada de Colón al nuevo mundo.

Los actores y guías, que continuamente adaptan el guión del director de la obra, Javier Zarapico, hacen realidad este recorrido histórico de ‘Tour Baetica’, una joven empresa sevillana puesta en marcha por el abogado Julián Borrego. Él, como otros muchos jóvenes, -tiene 34 años- se quedó en paro y decidió poner en marcha la idea que le rondaba por la cabeza desde hacía tiempo. “Las visitas teatralizadas se vienen haciendo desde hace años en ciudades europeas como París o Berlín, pero que en Sevilla aún no se hace de forma continua” señala, al tiempo que enfatiza en que «aunque hay humor la historia que se cuenta es muy rigurosa”.

Llevan un año poniendo en marcha estas rutas que, de jueves a domingo, tendrán dos pases que partirán a las 20:00 y a las 22:00 horas de la escultura a Martínez Montañés en la Plaza del Salvador. Pensando más allá del público local, a partir de agosto se realizarán también en inglés. Y también en los próximos meses lo harán en horario escolar pensando en las visitas para jóvenes estudiantes como forma amena y fácil de aprender la historia más cercana sin libros de por medio. Las reservas se hacen a través de internet, en su web www.tourbaetica.com donde centralizan gran parte del trabajo.

Licenciado en Periodismo y Máster en Sociedad, Administración y Política, puso en marcha el 'Proyecto Deguadaíra', germen de Sevilla Actualidad. Ha pasado por El Correo de Andalucía, Radio Sevilla-Cadena...