El abogado de la familia de Marta del Castillo ha solicitado una pena de 50 años y cinco meses de cárcel para el asesino confeso de la chica, Miguel Carcaño, por presuntos delito de asesinato, violación y profanación de cadáveres. Además pide una indemnización de casi 500.000 euros. Para el hermano de Miguel solicita cinco años y para Samuel y María García tres años.

Sevilla Actualidad. El letrado que representa a la familia de Marta del Castillo ha solicitado 50 años de prisión para Miguel Carcaño, asesino confeso de la joven por presuntos delitos de asesinato, dos de violación –por ser autor principal y cooperador de otro- y de profanación de cadáveres. También ha pedido el pago de una indemnización de 480.000 euros.

Por su parte, para el hermano de Carcaño, Francisco Javier Delgado, el abogado pide cinco años de cárcel por presuntos delitos de encubrimiento, profanación de cadáveres y amenazas. Para Samuel Benítez (amigo de Miguel) y María García (novia de Francisco Javier) el letrado solicita tres años por presuntos delitos de encubrimiento y profanación de cadáveres. Para todos ellos ha pedido una indemnización de 100.000 euros.

La acusación particular también advierte de que tiene intención de acusar al hermano de Miguel de otro delito de amenazas, aunque éste se encuentra todavía pendiente de un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Sevilla.

En el documento presentado por el abogado de la familia de Marta, el letrado expone que entre las 20:00 y 24:00 horas del 24 de enero, Miguel Carcaño y ‘El Cuco’ se encontraban en la vivienda de León XIII tomando bebidas alcohólicas y fumando cigarrillos de hachís, hechos que “les provocaron euforia y cierta desinhibición, pero no impedían que tuvieran un pleno control de sus actos, y por razones no determinadas comenzaron a agredir con golpes, puñetazos y patadas a Marta, que se encontraba con ellos indefensa y confiada en la relación de amistad que mantenía con ambos”, recoge.

El letrado continúa manifestando en el escrito que, tras pegarle a la chica, ambos jóvenes la llevaron por la fuerza a la cama situada en la habitación que normalmente utilizaba Miguel. Allí la amordazaron para ahogar sus gritos, continuando con los golpes y la desnudaron parcialmente y “con el propósito de obtener satisfacción sexual contra la voluntad de aquella, sujetándola entre ambos y esgrimiendo una navaja tipo mariposa para amedrentarla, la penetraron vaginalmente, primero uno, y luego el otro», expone el abogado.

Así, relata que, «inmediatamente después, la tiraron al suelo y con el propósito común de matarla para impedir que pudieran ser descubiertos los hechos que acababan de llevar a cabo, mientras el acusado la sujetaba, el menor le rodeó el cuello con un cable de un alargador, apretando hasta asfixiarla y comprobar ambos que dejaba de moverse y que había perdido la vida», añadiendo que, «después, para cerciorarse de que efectivamente estaba muerta, procedieron a comprobarlo con un tensiómetro que había en el domicilio y que le pusieron en uno de sus brazos, confirmando así que la habían matado».

Tras el asesinato, “pacto de silencio”. Esto es lo que señala el letrado de la familia, que “tras haber matado a Marta ambos chicos buscaron ayuda para limpiar los restos que quedaran en el lugar y para deshacerse después del cadáver». “Con esa finalidad avisaron a los demás acusados”, es decir, a Samuel, Francisco Javier y María García. Todos ellos “tras acudir en ayuda de Miguel y del menor y conocer lo sucedido, para que no fuera descubierta la agresión física y sexual sufrida por Marta impidieron que su familia recuperara el cuerpo y decidieron hacer desaparecer el cadáver”.

Según expone, los imputados “han conseguido su propósito”, que era que no se encontrara el cuerpo, y continúa apuntando que todas las operaciones que realizaron para ello “fueron dirigidas por Francisco Javier Delgado, con mucha más edad que los demás y con experiencia en situaciones límite por su condición profesional”.

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