- CCOO exige un control sobre la subida de los precios
- El IPC se modera en abril con un 8,4%, aunque sigue en máximos históricos
El secretario general de CCOO de Sevilla, Carlos Aristu, ha analizado hoy en rueda de prensa los datos del inflación, que en la provincia de Sevilla superan el 8%, y ha explicado que más de la mitad de los trabajadores y trabajadoras sevillanos no pueden llegar a fin de mes mientras se mantienen los márgenes de beneficio en las empresas, por lo que ha pedido que estos salarios han de aumentar y, en caso de no hacerse, se «intensificará la conflictividad social».
Así, el secretario ha añadido que «Es intolerable que quienes han demostrado que su trabajo fue esencial durante la pandemia no alcancen a pagar las facturas, por eso vamos a pelear acuerdos y mejoras en convenios de sectores con las mesas de negociación abiertas»
De igual forma, CCOO ha denunciado la inflación que se viene confirmando en los últimos meses, donde el Índice de Precios de Consumo (IPC) se situaba en máximos históricos recientemente y que subía también «en elementos básicos»
400.000 trabajadores de Sevilla, por debajo del SMI
Sin embargo, más de 400.000 trabajadores y trabajadoras continúan en la provincia por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y pagando el precio de una crisis que no han generado: «Es intolerable que quienes han demostrado que su trabajo fue esencial durante la pandemia no alcancen a pagar las facturas. Por eso no se puede demorar más la revisión de los salarios, y por eso vamos a pelear acuerdos y mejoras en convenios de sectores con las mesas de negociación actualmente abiertas», ha apuntado el secretario general de CCOO de Sevilla. Entre otros, se trata de sectores como el transporte de mercancías y viajeros, de ayuda a domicilio, de confitería, de TIC, de ingeniería, de comercio, de hostelería o de contact center.
En este sentido, para Aristu, «la coyuntura se puede gestionar de la misma manera que se ha gestionado la pandemia, alcanzando hasta una docena de acuerdos sociales con sentido de Estado y una corresponsabilidad entre sindicatos, gobierno y empresarios para repartir esfuerzos y que nadie se quede fuera de las soluciones. Pero si la avaricia empresarial a la que estamos asistiendo sigue consolidándose como el criterio de actuación del empresariado sevillano, tendremos que intensificar la conflictividad social en las empresas y en las calles, para que la gente trabajadora pueda mantener su poder adquisitivo y que la economía no se resienta».