«Extraña», esa ha sido la palabra que más se ha repetido tras su colocación hace pocas horas. Tras la reinauguración de esta Iglesia el pasado viernes, que llevaba un cuarto de siglo cerrada al culto en el barrio de San Lorenzo de Sevilla, este miércoles se ha instalado un moderno altar que ha provocado opiniones poco favorables sobre su idoneidad en un templo de gran valor patrimonial.
Este moderno altar presenta un estilo que, choca claramente con loas elementos barroco o renacentistas que se encuentran en la iglesia.
Una mesa de altar que no encaja para nada con el estilo que se encuentra en la iglesia. Especialmente si tiene de fondo el importante banco cerámico con varios siglos de ejecución.
La nueva mesa de altar se ha diseñado en el estudio de arquitectura de Pablo Millán, un encargo del Arzobispado de Sevilla, que ha acometido la restauración de dicho templo que ha tenido una duración de dos años de trabajo.
Según publicaba este miércoles el referido arquitecto en su perfil de Facebook, se trata de «un altar franciscano» y «uno de los encargos más ilusionantes que hasta la fecha nos han hecho: diseñar, construir y montar un altar de piedra para el Real Monasterio de Santa Clara de Sevilla»
Esta mesa de altar lleva detrás un gran trabajo de cantería
Pablo Millán ha querido recalcar el gran trabajo de cantería que conlleva esta mesa de altar. A pesar del notable esfuerzo y trabajo que conlleve la creación de esta pieza, lo cierto es que no ha dejado indiferente a nadie. Cabe destacar, que las opiniones no son del todo alabanzas y buenas críticas.
No obstante, también hay historiadores del Arte que consideran que este altar es propio del siglo XXI y que pasa a formar parte de la suma de estilos con la que está revestida esta importante iglesia (en la que destacan los retablos y esculturas de Montañés), testigo, de este modo, del paso del tiempo. Destacan a su favor que es «una pieza neutra y que no contamina». Minimalista, en todo caso.
Ha de recordarse que durante la misa de bendición celebrada el pasado viernes por monseñor Saiz, se usó una mesa dorada con columnas salomónicas.