Operación de retirada de anguleras en el Guadalquivir. Guardia Civil
Operación de retirada de anguleras en el Guadalquivir. Guardia Civil

La Guardia Civil ha liderado, con la colaboración más de 800 agentes de diferentes unidades de la Guardia Civil y de otras administraciones estatales, una operación que se ha saldado con la retirada de 20 plataformas anguleras ilegales en el Guadalquivir. Se pretende así erradicar la actividad de estas plataformas, sin propietarios conocidos, que se hayan instaladas a lo largo del río y que representan una «seria amenaza» desde el punto de vista del tráfico de drogas, el tráfico y seguridad de la navegación, la biodiversidad y la pesca lícita y regulada.

La actividad de estos artefactos anguleros, sin propietarios conocidos, se realiza en una reserva de pesca, que es una zona biológica y ecológica muy sensible, denominada zona de cría y engorde del Bajo Guadalquivir. La pesca de la angula está totalmente prohibida en los ríos y aguas costeras de Andalucía, como medida excepcional para la recuperación de la anguila europea.

Quienes practican esta actividad comercial, que no recreativa ni cultural ni de subsistencia, usan redes de un milímetro de luz de malla, por lo que todas las especies que cohabitan con la angula caen con este arte de pesca, que tiene una especial eficacia destructiva para la vida en los ríos. Además, su labor la realizan al margen de la legalidad vigente, actuando con total impunidad ante cualquier sanción administrativa o responsabilidad civil que sus artefactos puedan causar, ya que todo su patrimonio y riqueza está a nombre de terceros.

Pesca de exterminio

La pesca de exterminio que realizan, afecta a la macrofauna acuática de la zona, que está compuesta, al menos, por 134 especies, que son de interés gastronómico y por tanto comercializable, cuando alcanzan la talla legal. Por tanto, su actividad ilícita repercute de forma negativa en los trabajadores de la mar, que realizan su dura faena respetando las leyes y pagando sus impuestos. Pero además, todas estas especies dan vida y mantienen un ecosistema único en el Parque Nacional de Doñana, fuente de vida y riqueza para toda la zona.

Asimismo, se ha detectado que algunas de estas plataformas son empleadas por las organizaciones dedicadas al narcotráfico como puntos de atraque para el repostaje y/o alijo de la droga. Además, dichas plataformas representan un peligro para la seguridad marítima y entorpecen la navegación, en un río angosto, con poco calado y de trazo sinuoso, llegando a ocupar en ocasiones el canal de navegación hacia o desde Sevilla.

Riesgo, según apunta la Guardia Civil, que se hace especialmente evidente para las FCSE, e incluso los propios narcotraficantes, cuando para tratar de llevar a cabo la detención de estos últimos se desarrollan persecuciones nocturnas a alta velocidad a lo largo del cauce del río Guadalquivir.

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