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Una tasa turística voluntaria. El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha dejado claro que él «no quiere imponer ninguna tasa al sector turístico» y ha abogado por negociar «quién recauda la misma, al tiempo que ha apostado por que los beneficios del turismo «repercutan en todos los barrios de Sevilla».
Así lo ha puesto de manifiesto el alcalde en una atención a medios, y en la que ha dicho ser partidario de la tasa turística «si se dan tres condiciones», primero, que «sea una tasa que solicite el sector, yo no quiero imponerla», ha incidido, segundo, que «negociemos quién recauda esa tasa, porque el problema de la tasa, uno de ellos, es quién lo recauda, por tanto, hay que negociar con el sector cómo se recauda y quién lo recauda».
Una tasa turística para el patrimonio histórico
Y en tercer lugar, ha continuado Sanz, «soy partidario de la tasa siempre y cuando sea una tasa finalista, una tasa que le venga bien a Sevilla para rehabilitar patrimonio histórico, para promoción exterior de la ciudad, para fortalecer y potenciar al propio sector turístico de la ciudad».
Dentro de este contexto, el alcalde ha señalado que «es muy importante que los sevillanos vivan donde vivan, vean que el turismo beneficia», es decir, que «los beneficios del turismo lleguen a todos los rincones de Sevilla». Por ello, «un porcentaje de esa tasa, debe destinarse a hacer obras en los barrios y en los distritos de Sevilla», ha apuntado.
«Creo que es muy bueno que un vecino de San Jerónimo, de la Macarena, de Los Remedios, de Pino Montano, salga un día de su casa y se encuentre un cartel de obras donde ponga que esa obra está financiada por la tasa turística. Porque es una muy buena oportunidad que tenemos de hacerle ver al sevillano que los beneficios del turismo no sólo son para los hoteles, para los fondos de inversión o para la hostelería, sino que es para toda la ciudad de Sevilla», ha concluido Sanz.