Un grupo de timadores profesionales ha conseguido llevarse 6600 euros y todas las joyas de una mujer de 86 años con el timo del décimo premiado o «tocomocho» en Sevilla. Este nombre deriva de la expresión «tocó mucho» y se ejecuta cuando se consigue vender a las víctimas décimos o cupones supuestamente premiados que realmente no lo están.
La estafa en cuestión ocurrió este miércoles, en el entorno de Santa Justa y a plena luz del día. Esta mujer fue abordada por sus estafadores en la vía pública, quienes actuaron con un gancho, que es la persona encargada de interrumpir la conversación cuando el primero de los estafadores ya ha captado la atención del objetivo. Una de las estafadoras, que decía ser gallega, se acercó a la víctima y le contó que tenía «una tira completa de la ONCE para cobrar», pero que no sabía ni dónde debía hacerlo ni cómo.
En ese momento, apareció la cómplice, una mujer sevillana, presuntamente desconocida para la estafadora, pero con la que actuaba en connivencia para desplumar a su víctima. Esta se ofreció a ayudar llamando a una de las oficinas de la ONCE. Posiblemente no llegó ni a marcar el número, pero aseguró que los diez décimos de la serie estaban premiados con 300.000 euros.
La gallega aseguró entonces que solo quería unos 10.000 euros «para comprarle una campana al cura de su pueblo», y la otra timadora acordó con la víctima darle ese dinero y cobrar ellas el décimo, con permiso de la primera estafadora, alegando que «le daba mucha pena la mujer gallega».
El tercer actor que entró en escena fue un señor que se hizo pasar por el padre de la mujer que actuó de gancho, y que amablemente se ofreció para llevar a la víctima en coche hasta la entidad bancaria para que pudiera reunir el dinero.
El timo
Durante la larga conversación, la gallega no paraba de repetir que le «encantaban las joyas antiguas» y la otra timadora accedió a enseñarle las suyas, que supuestamente se encontraban en un domicilio cercano, convenciendo a la víctima de que hiciera lo mismo. La victima aceptó y subió a su casa a por la cartilla del banco para retirar el dinero y comprarle el décimo a la gallega, y de paso coger todas las joyas y mostrárselas a las timadoras. Acompañada por la «sevillana», bajaron las joyas y juntas las vieron en el coche de camino a la sucursal bancaria. En el trayecto, las timadoras consiguieron sustraer el móvil de la víctima cuando esta les enseñaba fotos de sus nietos.
Los timadores llevaron a la mujer a dos cajeros del barrio de La Macarena, puesto que el máximo que podía retirar en cada uno de ellos era 3000 euros. Para celebrarlo, le dijeron a la víctima que le iban a invitar a comer y que querían unos refrescos para el camino. Al bajar del coche y entrar a comprarlos, los estafadores huyeron con el dinero: 6600 euros en efectivo, el teléfono móvil y todas las joyas de la mujer.
Aun tratándose de un timo de los años 50 y 60, el «tocomocho» se ha ido modernizando y los estafadores son auténticos profesionales que actúan rápido y son muy creíbles, por lo que puede ser fácil caer en la trampa, ya que sus víctimas suelen ser personas de avanzada edad. Hace pocos días, La Voz de Galicia relataba que unos timadores consiguieron 30.000 euros de una mujer con este mismo método.