El Ayuntamiento de Sevilla, a través de su área de Arbolado, Parques y Jardines, está finalizando un informe crucial que determinará las acciones necesarias para salvar el ficus centenario de la parroquia de San Jacinto. Este emblemático árbol de Triana sufrió un daño considerable después de un descopado radical en 2022, un intento de tala que terminó eliminando el 70% del árbol.
Evelia Rincón, delegada de Arbolado, Parques y Jardines, explicó que la poda extrema realizada en 2022 «eliminó toda la capacidad fotosintética del ejemplar, comprometiendo su capacidad de nutrirse, respirar y, en última instancia, sobrevivir». Además, la tala dañó gravemente las raíces del ficus, afectando su capacidad para hidratarse y nutrirse adecuadamente, y dejando expuesta la superficie del árbol a largos periodos de insolación, lo que ha provocado «necrosis, agrietamiento del tronco y raíces emergentes, así como la aparición de hongos», detalló Rincón.
Medidas para intentar su recuperación
Desde que el actual gobierno municipal asumió la responsabilidad del ficus, se han implementado una serie de medidas para intentar su recuperación. Estas incluyen tratamientos específicos, control del riego a demanda, ampliación del parterre para liberar las raíces y facilitar su funcionamiento, y protección de las zonas más sensibles con arpillera para prevenir daños por insolación. Además, se ha fertilizado mediante endoterapia y mantenido una capa de mulch para retener la humedad del suelo, todo ello con un coste total que supera los 12.000 euros.
Concentración para reclamar más medidas
Pese a estos esfuerzos, Rincón admite que «la situación del árbol no avanza como quisiéramos» y que el futuro del ficus dependerá de las conclusiones del informe técnico en elaboración. Ante esta situación, activistas de la plataforma en defensa del ficus han convocado una concentración este martes a las 20:00 horas para reclamar más medidas de protección para este icónico árbol y para las zonas verdes de Sevilla.
El conflicto en torno al ficus de San Jacinto comenzó en agosto de 2022, cuando la Orden de los Dominicos, propietaria de la parroquia, inició la tala del árbol alegando que varios estudios justificaban la necesidad de esta acción debido a las repetidas caídas de ramas y los daños a la estructura del templo. La tala fue suspendida tras un recurso judicial presentado por la Asociación de la Jardinería Andaluza (AMJA).
En medio de este litigio, el Ayuntamiento y la Orden de Predicadores alcanzaron un acuerdo en 2023 para garantizar la conservación del ficus bajo competencia municipal y desistir de la licencia de tala, transformando el jardín de entrada a la iglesia en un espacio público para la ciudad. Este acuerdo también incluyó el desistimiento del pago de 111.000 euros destinados inicialmente a un estudio científico sobre las posibilidades de supervivencia del ficus.
El destino del ficus de San Jacinto sigue siendo incierto, y el Ayuntamiento de Sevilla continúa trabajando en la búsqueda de una solución que satisfaga a todas las partes involucradas, garantizando tanto la seguridad como la preservación de este símbolo natural de Triana.