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Inés Manzano, una joven que, junto a otras dos personas, se subió al ficus centenario de la parroquia de San Jacinto el 17 de agosto de 2022 para intentar evitar su tala, ha expresado su «convicción» de repetir ese acto si fuera necesario. Esto se debe a un informe del Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento que certifica el «colapso final» del árbol tras el «descope total» realizado durante la «intento de tala de 2022», recomendando la «eliminación del árbol muerto y la plantación de un nuevo ejemplar». Manzano, junto a la plataforma en defensa del árbol, solicita «una moratoria» antes de tomar una decisión definitiva.
La joven participó en un acto organizado este pasado martes por la plataforma ciudadana que lucha por salvar el emblemático ficus. Junto a otros activistas, expresó su tristeza ante la decisión del Ayuntamiento de proceder con la tala completa del árbol, recordando su participación en la protesta del 17 de agosto de 2022, cuando subieron al ficus para evitar lo que calificaron como una «terrible amputación».
Manzano afirmó que están dispuestos a seguir luchando para que el ficus se mantenga como símbolo, pidiendo al Ayuntamiento que conceda una moratoria para explorar todas las posibilidades de recuperación del árbol. Al ser preguntada sobre si estaría dispuesta a repetir la escena de aquel día, ella aseguró estar «convencida» de que lo haría.
«Otro 17 de agosto»
«Si tiene que haber otro 17 de agosto, lo habrá. Quiero estar hasta el final, igual que mis compañeros», aseguró Manzano.
El informe técnico del Ayuntamiento coincide con el segundo aniversario de la tala parcial del ficus, que fue promovida por el párroco de San Jacinto y autorizada por el Ayuntamiento, entonces dirigido por el PSOE y ahora bajo el PP. El párroco había argumentado la necesidad de la tala por motivos de seguridad debido a la caída de ramas y el mantenimiento del árbol, respaldado por un acuerdo entre la Orden de los Dominicos, propietaria de la parroquia, y el Consistorio.
En el informe se indica que tras el «descope total» realizado en agosto de 2022, el árbol ha colapsado debido a la eliminación de su masa foliar, la exposición de la corteza al sol y la proliferación de hongos que han aprovechado su debilitamiento. El ingeniero técnico agrícola que firma el informe concluye que el ficus no tiene posibilidad de recuperación y que su estructura se irá deteriorando gradualmente.
Ante esta situación, el informe propone eliminar el árbol muerto y plantar un nuevo ejemplar que pueda ofrecer beneficios medioambientales y paisajísticos similares, sin los problemas de seguridad y mantenimiento que presentaba el ficus.
La plataforma en defensa del ficus
La plataforma ciudadana en defensa del ficus sigue abogando por agotar todas las opciones para intentar recuperar el ejemplar. En caso de que su conservación no sea posible, solicitan que se mantenga como un elemento simbólico, para concienciar sobre la importancia de las políticas de protección del arbolado y el medio ambiente.
La tala del ficus
En agosto de 2022, la Orden de los Dominicos inició la tala del ficus con la autorización del Ayuntamiento. El párroco había citado cinco estudios que, según él, respaldaban la necesidad de la tala debido a la caída de ramas, la más grave en marzo de 2021, cuando seis personas resultaron heridas, y los daños que las raíces estaban causando en la estructura del templo.
Vecinos y activistas se opusieron a la tala, calificándola de «atentado incomprensible» contra el patrimonio arbóreo de Sevilla y reclamando alternativas. Aunque la tala comenzó, fue suspendida cautelarmente tras un recurso judicial presentado por la Asociación de la Jardinería Andaluza (AMJA).
Suspensión del litigio y acuerdo final
En septiembre de 2022, el juzgado suspendió el litigio cuando las partes involucradas anunciaron estar cerca de un acuerdo extrajudicial. En abril de 2023, el Ayuntamiento aprobó una subvención de más de 78.000 euros para que la Orden de los Dominicos encargara al CSIC un estudio sobre las posibilidades de supervivencia del ficus sin comprometer la seguridad del templo y los viandantes.
En agosto de 2023, el nuevo alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, anunció un acuerdo con la Orden de Predicadores que garantizaba el mantenimiento del ficus, que pasaría a ser gestionado por el Ayuntamiento, y la creación de un nuevo espacio público en el jardín de entrada de la iglesia. Además, se anuló la subvención de 111.000 euros que el Ayuntamiento había destinado inicialmente a la parroquia para el estudio científico.