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La sección sindical de CSIF en la Policía Local de Sevilla ha reiterado los múltiples problemas que arrastra el Instituto Tecnológico del Ayuntamiento de Sevilla (ITAS), entre los que se encuentra la inutilización de 30 tásers electrónicos y 60 cámaras corporales. Esta incidencia de carácter burocrático abarca ya un año «tras el hackeo que padeció el Ayuntamiento de Sevilla» y repercute en que el material se encuentre en desuso, según explica el delegado de CSIF Santiago Raposo. Añade que, «desde entonces el Consistorio es más restrictivo en el uso de sistemas conectados a Internet».
Material útil en inoperancia
El delegado también argumenta que el material lleva «meses en el almacén» y que no hay solución hasta que «el ITAS no solvente estas infraestructuras». La protesta va seguida de una buena valoración de la actuación de la Jefatura de Policía. Desde hace un año, se imparten cursos formativos en previsión de que estos equipos, pero admite que la Jefatura «va a tener que hacer reciclaje de esos cursos, por todo el plazo transcurrido». Esto supone una «dificultad agregada a la plantilla municipal».
Problemas burocráticos y agentes «trabajando hacinados»
«Hace un mes, el Ayuntamiento aprobó la modificación puntual de la actual RPT, para incluir más puestos en la unidad nocturna», reconoce Raposo. No obstante, alega que «están cubiertos de forma temporal».
En el mismo expediente de modificación, figura la creación de la Unidad de Intervención de la Policía Local, pero la selección de personal no se iniciará hasta que se resuelvan estos mismos problemas organizativos. «Está todo paralizado a día de hoy por los reparos al expediente desde Intervención», explica Santiago Raposo.
Además del material en desuso, el CSIF sigue denunciando al Ayuntamiento la falta de infraestructuras en la Policía Local de Sevilla. Además, lamentan la posición del alcalde, que «cuando era candidato, visitó junto a CSIF las sedes del Distrito Casco Antiguo y Macarena» y «las calificó de indignas». Sin embargo, en el Casco Antiguo aún no hay proyecto alguno y según Raposo «a día hoy los profesionales que trabajan allí están hacinados».