Esta clasificación adquiere su relevancia en su propia concepción, puesto que a la hora de posicionar a las capitales de comunidad y de provincia, así como a las ciudades con más de 100.000 habitantes –que han sido las ciudades estudiadas-, se ha tenido en cuenta la opinión de ciudadanos, expertos en urbanismo y la de los propios ayuntamientos.
Sevilla ha obtenido un total de 601 puntos –a casi 400 de la primera posicionada, Madrid, con 1000-, y en su valoración se ha tenido en cuenta el reconocimiento que hacen de la ciudad quienes la habitan, sus visitantes, los que la valoran como un buen lugar para invertir, vivir o hacer negocio, los que deciden estudiar una universidad de esa ciudad o los que disfrutan de su oferta cultural y de ocio.
Una ciudad para visitar pero no para divertirse
A la hora de elegir una ciudad para visitarla, la capital hispalense escala hasta la cuarta posición, tan sólo detrás de Barcelona, Madrid y Granada. Así, los encuestados eligen Sevilla como uno de los mejores lugares en los que pasear observando sus peculiaridades.
No obstante, no es tan divertida como atractiva. En la clasificación de mejores ciudades para divertirse, la capital andaluza cae hasta el puesto número diez.
El Instituto Análisis e Investigación, responsable del trabajo de campo, ha encuestado a 9.000 ciudadanos entre junio y octubre, valorando la realidad económica, social, funcional y física de 78 ciudades de España. Para ello, los ciudadanos han contestado a factores como la seguridad, la limpieza, la educación y la ausencia de contaminación.
Curiosamente, éste último aspecto es al que se le concede más importancia, sin embargo, es el peor valorado –apenas consigue un aprobado-. Bien al contrario, los ciudadanos se sienten más satisfechos de su oferta comercial que la importancia que le conceden a ésta.
También se ha acudido a la opinión de un centenar de expertos del ámbito público y privado para valorar la ciudad en términos de sostenibilidad.